Será que la historia de los recuerdos personales es lo mejor que tenemos en la mente… será…
Hace casi 10 años, tenía relativamente poco tiempo de haber llegado a Monterrey, yo de un pueblo, me vine a superar, huyendo de un destino incierto y con la juventud en pleno a encontrar mi camino, todavía no lo hago pero quiero pensar que lo encontraré.
Recuerdo …
Era un día tranquilo… el cielo estaba azul y me encontré con una amiga, en la rotonda de Simón Bolivar (o de las monas feas) . Recuerdo que era a media tarde y teníamos mucha hambre, no habíamos comido y la verdad, siendo de fuera, nuestras familias hacían lo posible por mantenernos aquí… era ya mucho el esfuerzo para cumplir con las obligaciones y no teníamos dinero para cosas superfluas, recuerdo que entre los dos juntamos lo que podíamos disponer y compramos en el súper 7 unos colchones Bimbo, que son baratos y es vil pan, sin sabor ni relleno ni azúcar ni nada solo pan, casi como el que te dan para acompañar en algunos expendios de pollo frito… y un refresco rellenable, y comimos, nos llenamos de pan, de migaron, o lo que sea, te todas formas, saciamos el hambre y engañamos el espíritu. Charlamos, platicamos de nuestra vida y de cómo la veíamos venir, de lo que habíamos dejado atrás para cumplir nuestros sueños, de nuestras familias y todo lo que tenían que hacer para darnos la oportunidad de un futuro. Nos empezamos a conocer y se forjo una amistad que no han roto los años, que no tendrá, salvo la vida nos depare algo distinto, final. Ese día, como si fuera promesa, selle una amistad. Una de las primeras amistades que he tenido, y digo de las primeras porque aun cuando había tenido amigos antes, no conocía la verdadera esencia de la amistad. Lo logré en 1993 y estoy agradecido. Se lo que es y la mantengo. La tarde pasó y nosotros seguimos hablando, el hambre se nos olvido y nuestra pobreza quedo en segundo termino, era mas importante el saber que no estábamos solos, que nos tendremos siempre por si algo nos sucede, por si algo nos preocupa, por si alguien nos hiere. Recuerdo que el sol se ocultaba y vi. a mi alrededor, estaba lleno de gente, parejas, jóvenes solitarios, estudiantes, madres e hijos, carros y mas carros y nosotros con un pan en el estómago, felices platicando. Por unas horas no hubo nada mas que la conexión de dos personas con un fin común. Ahora, después de diez años y tantas cosas que han pasado en nuestras vidas, lo veo claro. Fui Feliz.
Salud por ti, amiga, que en un momento de desesperanza infundiste en mi espíritu una paz y felicidad que ahora añoro.
Salud.