Sin tiempo que perder
La mañana estaba fria, al despertar, lo primero que penso fue en lo que habia pasado la noche anterior, estaba en un grado de exitacion tal que no sabia a ciencia cierta si todo habia sido un sueño o si habia sido real. Era dificil de decir, ya que habia sido demasiado increible como para que pudiera pasarle a el. Se desperezo y despues de unos momentos decidio que era mejor dejar para mas tarde el odenar sus pensamientos ya que por el momento era mejor empezar a alistarse para iniciar el dia. Se metio al baño y mientras esperaba que saliera el agua caliente, se vio al espejo detenidamente. Decididamente, nada habia cambiado en su rostro. Seguia siendo el mismo de ayer y sin embargo se sentia diferente.
Se baño rapidamente, tratando al mismo tiempo de encontrar alguna diferencia en su cuerpo. No la habia. Seguia siendo delgado, de mediana estatura y color blanco. No habia nada diferente. Se vistio con lo primero que tenia a la mano, y se calzo. Bajo a la cocina y rapidamente tomo un vaso de jugo de naranja y un trozo de pan. No habia tiempo para nada mas elaborado, tenia que entregar unos pendientes en la oficina y ya era bastante tarde, además el trafico de la mañana estaria al tope y no queria llegar tarde. Unos dias antes, habia tenido un roce con una de sus colegas, una diferencia menor de opiniones, el problema era que como ella era hija del jefe, habia creado un oceano de una gota de agua y casi le habia costado el empleo. Mientras manejaba por enmedio de la congestionada via rapida, se quedo pensando en la aparente injusticia del mundo. Y es aparente porque cuando todo apuntaba a que no era correcto que la hija del jefe tuviera un empleo de alto mando cuando a duras penas sabia escribir, o llegaba demasiado borracha para entender siquiera un saludo, el tenia que sacar adelante el trabajo propio y el de ella, todo para que a la minima provocacion ella tratara de echarlo de "su" empresa. Suerte que su jefe, aun con todo lo estirado y consentidor que era con su hija, era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que el era quien trabajaba y no su hija, asi que no lo corrio, pero le pidio mas respeto para ella. Aun asi, el pensaba que las cosas eran del modo que debian ser, por muy incorrectas que parecieran. Ellos eras millonarios y el no, por lo tanto, podian hacer lo que quisieran mientras el tenia que trabajar desde los 17. Con mucho esfuerzo habia conseguido pagarse la Universidad en una serie de empleos mal pagados y extenuantes. Finalmente y despues de 8 años, tenia al fin un trabajo mejor pagado en unas oficinas elegantes, tal y como lo habia soñado siempre. Con la exepcion de que el trato hacia el no habia cambiado, seguian abusando de el y tenia que trabajar demasiado. Pero en fin, penso, la mierda, aunque este en pañal de seda, sigue oliendo a mierda. Y era verdad.
Entro lentamente al estacionamiento subterraneo del edificio y saludo al portero con un buenos dias, el uniformado apenas lo miro mientras accionaba el interruptor para levantar la pluma que impedia el paso de vehiculos ajenos. Empezo a pensar positivamente y tratar de soportar lo mejor posible otro largo dia de trabajo. Mientras subia por el ascensor penso si valia la pena el esfuerzo, ya que nunca lo considerarian uno de ellos, por bien vestido que fuera o lo culto que demostrara ser. Ahi y en todas partes, las personas de dinero lo veian como un ser inferior vestido con ropa fuera de "su clase". No importaba, para el era importante demostrarse a si mismo que podia sobresalir, y hasta ahora lo iba logrando. Si penso, lo estoy logrando, pero a que precio.Recordando los eventos de la noche anterior sigui hasta su oficina, donde se dispuso a leer la correspondencia mientras su computadora descargaba el correo electronico. Se sirvio el mismo un cafe de la cafetera que esta en la pequeña cocineta del final del pasillo y converso unos segundos con su secretaria. Esto era algo que se le habia hecho costumbre. Viniendo desde abajo, el sabia lo importante que es para todos el recibir atencion. Era por eso que platicaba con ella y se enteraba de la salud de su hijo. Por eso el mismo se levantaba por el cafe y no abusaba nunca de su puesto.
Despues de despachar algunos asuntos urgentes, empezo a contestar los correos electronicos de los clientes, que solicitaban informacion, presupuestos o cerraban tratos. Hablo por telefono con su hermana y charlo unos momentos con su sobrino, prometiendole viajar pronto para visitarlos. A sus 30 años, todavia seguia siendo soltero pero no le atemorizaba el futuro. Era prometedor.
Alrededor de las 8 de la noche se dispuso a salir. Ya para esa hora no habia nadie en la oficina y el edificio se veia desierto. Solo escuchaba resonar sus pasos al caminar por el pasillo hacia el ascensor. Oprimio el boton de llamada y despues de unos minutos se convencio de que estaba fuera de servicio. Que lata, penso, bajar 12 pisos no le hacia ninguna gracia, sobre todo sabiendo que las escaleras estaban oscuras y solitarias, debido al poco uso que se les daba. Sin titubeos, empujo la puerta de las escaleras y empezo a bajar.
Llevaba 4 pisos descendiendo a buen ritmo cuando vio sorprendido que el siguiente tramo de escalera estaba obstruido. Estaba lleno de sillones y escritorios viejos, Al parecer se estaban mudando en ese piso, y al terminar el horario laboral no habian terminado de bajar los muebles. Farfullando una maldicion, salio al pasillo y trato de nuevo con el ascensor. El mismo resultado. Se quedo pensando que esto era irreal. Al ver los pasillos vacios se pregunto como era que los demas habian salido. No habia nadie. Llego a la recepcion del octavo piso. Era una empresa de publicidad. Nunca habia estado ahi, y se quedo admirado de lo viejo que parecia todo. Los muebles y la decoracion eran como de la decada de los sesenta. Habia edecanes sonrientes en los cuadros que portaban vestidos anticuados y habia folletos en el escritorio con fotos de aviones viejos. Penso por un momento y decidio llegar hasta la recepcion. tendria que haber un telefono para pedir ayuda. Se encontro con pesado escritorio de roble, en lugar de los modernos muebles que habia en su piso, aqui todo era anticuado. No habia ni siquiera una computadora, solo lapices, un viejo sacapuntas, libretas y un telefono de disco. Levanto el auricular incredulo y estaba muerto, no habia linea. De pronto, le empezo a entrar el panico y recordo vividamente lo sucedido apenas unas horas antes. Ahora estaba casi seguro que no habia sido un sueño. Se encamino a la sala de espera y se sento pensativo.
El dia anterior habi salido a tomar una copa con algunos compañeros de trabajo. Habian llegado hasta un bar en el centro que el nunca habia visitado. Al entrar, se sorprendio lo viejo que parecia todo pero se convencio de que solo era una decoracion, a fin de cuentas, lo retro estaba in. A eso de las 10 pm sus compañeros se despidieron. El se quedo un momento para terminar su whisky cuando una mujer rubia, de unos 25 años se le acerco y empezo a platicar con el. Era simpatica y desde un principio demostro un gran interes en el. A el no le extraño, ya que iba muy bien vestid ademas de que sabia que era apuesto. Ella era muy hermosa y despues de unos tragos lo invito a su departamento. Le comento que no estaba lejos y que podian ir caminando. Asi lo hicieron, el sabia que tendria que levantarse temprano al dia siguiente, y ya habia bebido de mas para su costumbre, pero no podia dejar pasar la oportunidad y ademas, ya hacia tiempo que no estaba con ninguna mujer. Se descubrio pensando en su antigua novia. Hacia 8 meses ya que habian terminado y no habia vuelto a saber de ella, todo habia sido porque ella no le veia ningun fin a su relacion y el no queria comprometerse, no hasta haber llegado a su meta.
Llegaron al departamento y se sorpendio nuevamente. Tambien estaba decorado al estilo retro. No habia ni siquiera un microondas y el refrigerador habia visto mejores tiempos. Ella sonrio y lo tomo de la mano, Lo condujo hacia su recamara donde lo empujo en la cama. Era, por supuesto, una cama antigua con dosel blanco, Era muy comoda y empezaron a besarse. Mientras la despojaba de su vestido, no hacia menor que congratularse por su suerte, Era hermosa y ardiente. Al terminar, sudoroso y confuso por el licor, finalizo su decima? onceava? copa y pensando en las consecuencias que tendria este abuso, empezo a vestirse. Ella se durmio, pero al momento en que habria la puerta para irse lo llamo y le pregunto a donde iba, lo invito a quedarse pero el se nego. El le pidio el numero de telefono para llamarla y ella lo vio sorprendida. Al parecer no tenia, el tampoco no habia visto ninguno en el departamento pero igual podria tener un celular. Ella le comento que ella tambien habia pasado un buen rato, pero que no queria un compromiso y que desde el momento en que ella habia accedido a ir a la cama tan facilmente el tendria que haberse dado cuenta. Eso le dolio. Penso que lo rechazaba y salio. Al estar en la calle se dio cuenta que no sabia donde estaba, Al venir no se habia fijado en las calles y ahora le resultaban totalmente desconocidas. No habia carros ni gente transitando y esto le sorprendio, ya que a pesar de ser pasada la media noche, en el centro usualmente hay actividad siempre. Empezo a caminar por donde le parecio habian llegado y al llegar a la esquina reconocio el bar. Ya estaba cerrado. Entro en su coche y se fue a su casa.
Desperto sorprendido. Se habia quedado pensando mientras recordaba. Vio su reloj y observo que ya era la media noche. Se levanto, entro a un sanitario y se enjuago la cara. Se veia cansado y ojeroso. Como si hubiera estado enfermo. Se vio detenidamente y penso que decididamente necesitaba unas vacaciones, su rostro reflejaba diez años mas y ademas, ya era tiempo de pagarle la visita a sus sobrinos, que venia postergando desde hacia casi dos años.
Llego nuevamente al ascensor con identico resultado. Decidio intentar de nuevo por las escaleras y hacia alla se encamino. Al abrir la puerta se sorprendio. Los muebles que anteriormente obstruian el paso ya no estaban. El piso no mostraba señales de la mudanza y estaba iluminado parcialmente con lamparas en la pared. El hubiera jurado que hacia un rato eran lamparas de neon, pero ahora eran unos cuantos focos amarillentos que apenas daban luz. Bajo rapidamente las escaleras y llego al sotano, donde estaba el estacionamiento. Estaba desierto, no habia ni siquera un vigilante, lo cual le extraño sobremanera ya que en ocasiones anteriores en que se habia quedado hasta tarde, siempre habia guardias y veladores, ademas de que el portero siempre estaba ahi. Sorprendido, decidio irse y se encamino a la caseta de vigilancia, oprimio el boton para levantar la pluma y salio.
Durante el trayecto de 20 minutos a su casa en las afueras, se sorprendio el poco transito que habia, pero lo mas inquietante fue que los automoviles parecian sacados de una pelicula antigua, eran modelos 50. Llego a su casa y entro, los muebles ya no eran los mismos y hasta salio a ver si no habia entrado en la casa de al lado, lo cual era absurdo ya que habia usado su propia llave. Las fotos en las paredes eran las de su familia, pero parecian viejas y eran todas en blanco y negro, incluso una de la navidad anterior, en que habia venido su hermana y su familia a visitarlo. Esto no puede estar pasando, penso. Decidio que todo era una confusion debida al cansancio y al stress de los dias anteriores y se acosto.
Cuando desperto, se sorprendio al ver un orinal a los pies de su cama. Intento prender la lampara pero no habia tal, solo una vela medio derretida y unos cerillos. Su telefono celular no estaba ni tampoco el inalambrico que siempre estaba ahi. La habitacion olia a rancio y estaba vestido con un pijama antiguo. Al ver el calendario sobre la pared se llevo las manos a la cabeza. 20 de marzo de 1936.