1 Admitimos que éramos impotentes ante el fisco y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.	
 2 Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.	
 3 Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Lolita, como nosotros la tememos.	
 4 Sin miedo hicimos un minucioso inventario fisico de nosotros mismos.	
 5 Admitimos ante Lolita, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras cuentas.
 6 Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que un Auditor nos liberase de todos estos defectos de registro.
 7 Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros impuestos.	
 8 Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos transado, y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos. 	
 9 Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para nosotros o nuestro bolsillo.	
 10 Continuamos haciendo nuestro inventario fisico, y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente (con un ajuste a resultados).	
 11 Buscamos a través de la auditoria y la aplicación de los boletines mejorar nuestro contacto consciente con Lolita, como nosotros la tememos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla (o astucia para evadirla).	
 12  Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los clientes y practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
Nota: No conozco al susodicho, sólo transcribo sus palabras por ser graciosas.