Con el paso de los años, le fué pasando la vida, y con ella, las ganas de ser famoso. Siempre que intentaba emprender un proyecto que lo llevaría a la cumbre, algo pasaba, y el proyecto fracasaba; o alguien más lo hacia, pero mejor y le robaba el crédito de su idea. Y la gente lo seguía con la mirada. Cabizbajo, pensando que después de tantos años, ya no importaba ser famoso. La gente nunca lo vería. Hubo un tiempo que trato de ya no ser invisible. Quería que la gente lo viera; por como era, solo por ser el mismo. No resultó. La gente solo queria ver a personas importantes, que hubieran salido en la televisión o que hubieran escrito un libro famoso. Cada vez tenía menos ganas de salir a la calle. Ir a trabajar le resultaba en un cansancio mental que era casi imposible aguantar, no entendía por que la gente seguia su vida como si nada, aun cuando solo los miraba, pensaba -no se que hace la gente en la calle, si nadie los ve, es como comer aire, o ver hormigas pasar... Un día, simplemente no salió. Se quedó ahi, en su casa, donde nadie lo veia pero tampoco lo miraban. A salvo. Se habia cansado de tratar de sobresalir. Se sentia viejo -tenía mas de 60 años entonces- y ya no quiso seguir. En sus ultimos minutos se dió cuenta, habia estado tan ocupado tratando que alguien lo viera, que no llevaba la vida bien, dejaba los proyectos muy pronto, o seguia y seguia pero sin hacerlos bien, siempre al pendiente de los demás. Y tambien se dió cuenta de otra cosa; el tampoco había visto a nadie. Al pasar varios días, uno de los vecinos avisó a la policia. El hombre extraño no habia salido. Le parecía raro que no sacara la basura y no barriera el jardín. Lo encontraron muerto. Con un papel en las manos que decía.
Nada tuve al llegar, nada me llevo al partir.